El tejido adiposo
|Nuestro cuerpo está formado por múltiples órganos y tejidos, algunos de los cuales cumplen diversas funciones. El tejido adiposo cumple una función de almacenaje de alimentos, los cuales reserva bajo la forma de grasa para cuando el cuerpo necesite de los mismos.
El tejido adiposo parece un tejido estático pero está en constante actividad, a través de la secreción de hormonas y múltiples estímulos participa en el mecanismo del hambre y la saciedad.
Existen algunos sectores del cuerpo en que el tejido adiposo tiene mayor afinidad para fijarse, uno de ellas es la región abdominal, que predomina en los hombres con sobrepeso u obesos.
En las mujeres las caderas son el lugar predilecto para el depósito de grasa si hay exceso de calorías. El tejido adiposo funciona como un punto de equilibrio entre los ingresos y egresos energéticos del cuerpo, si sobra energía se guarda bajo la forma de grasa. En cambio si falta, el tejido adiposo se degrada para obtener las calorías necesarias. Estos procesos opuestos funcionan según las necesidades del organismo.
Nosotros debemos intentar que el cuerpo queme los adipositos para la obtención de energía, lo que nos permitirá bajar de peso a lo largo del tiempo. La actividad física es un gran estímulo en la degradación grasa, constituyendo un pilar básico de todo tratamiento para lograr el peso ideal.