Hidratando nuestra piel
|La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, puede llegar a tener una gran superficie. Recubre todo nuestro cuerpo, nos protege de agresiones externas, contribuye en el mantenimiento de la temperatura corporal y nos provee de un gran número de sensaciones.
La piel se renueva constantemente, pero sus importantes funciones y su exposición se requiere que sigamos algunas recomendaciones para su mayor vitalidad.
Deben usarse jabones neutros, especialmente de glicerina, para el lavado diario. En algunos momentos del año, especialmente en invierno, la piel se deshidrata y puede llegar a estar arrugada, aquí es recomendable el uso de cremas hidratantes corporales varias veces a la semana. Se deben pasar la crema por todo el cuerpo, pero algunas áreas son las más delicadas, como manos, cara, cuello y abdomen. Un buen aporte de líquido asegurará que la piel cuente con el agua necesaria según sus requerimientos, previniendo la desecación.
Utilizar ropa no muy ajustada al cuerpo, permite que la piel tenga una adecuada ventilación y contribuye a una mejor circulación sanguínea.
Luego de tomar una ducha es importante secar bien todos los pliegues que se formen entre las articulaciones para prevenir la aparición de micosis.
¡La piel nos protege, pero tenemos que cuidarla a ella!